Una vez que hemos elegido el lugar donde va a estar ubicado nuestro huerto, los pasos que tenemos que seguir son:
Limpiar la parcela de posibles basurillas, piedras y otros restos. También quitaremos las hierbas que haya y que no nos interesa que estén en nuestro huerto.
Esto lo haremos con una herramienta llamada horca. Se trabaja clavando la horca en el terreno y haciendo palanca para así ir aireándola. Si la tierra está muy compactada tendremos que usar un motocultor. Esta maquinaria la podemos pedir prestada al ayuntamiento o a alguien que disponga de ella.
Una vez que la tierra está removida y aireada es hora de mezclarla. Esta tarea la realizaremos con una azada si es poca la superficie o con un azadón si el terreno es más grande. En función de cuál sea el estado inicial de la tierra, deberemos mezclarla con arena y con mantillo o compost.
